Ubicada en las tierras bajas del norte, cerca de la desembocadura del río San Carlos y la frontera con Nicaragua, Boca Tapada está bastante fuera de la ruta del turismo común. Sin embargo, esta es un área que los verdaderos ecoturistas abrazan por su belleza natural y tranquilidad. También es un área de gran importancia agrícola.
En 2005, el gobierno costarricense declaró a la región que rodea Boca Tapada como el Refugio de Vida Silvestre y el Corredor Biológico Maquenque para mantener los frágiles ecosistemas de esta área de humedales.
Dentro del Refugio, Boca Tapada es un área de anidación primaria para el Gran Guacamayo Verde (Lapa Verde) en peligro de extinción. Las guacamayas se alimentan de almendros, que son comunes en el área, pero casi tan en peligro como las aves que comen sus semillas.
El área alberga a otras 400 especies de aves, entre ellas Sunbittern, Espátula Roada, Jabiru, Ibis Verde, Pato Muscovy, Garza Agami, Toucan Pico Arcoiris y el Gran Curassow.
Boca Tapada es mucho más que un simple destino de observación de aves. También hay muchas especies de mamíferos, anfibios y reptiles en los bosques circundantes, como perezosos, monos cara blanca, monos aulladores, pizotes e incluso especies de gatos salvajes como los jaguares. Se pueden observar varias especies de ranas y serpientes en caminatas nocturnas guiadas a lo largo de senderos designados.
Si es un verdadero amante del ecoturismo y la naturaleza, Boca Tapada debe ser definitivamente, parte del itinerario en su visita a Costa Rica.