Islita tiene una costa pacífica increíble. Este pequeño pueblo es acogedor y pintoresco, con una pequeña iglesia blanca y un campanario. Los lugareños se han convertido en una comunidad artística, muy apoyada por extranjeros y costarricenses adinerados.
Sin duda, una gran parte de este apoyo proviene del Hotel Punta Islita, ubicado en un entorno íntimo, justo encima del océano. El hotel ofrece un ambiente relajante, con vistas al Océano Pacífico. Básicamente se compone de dos pequeñas playas, Punta Islita y Playa Corozalito separadas por formaciones de roca volcánica. La playa de Islita se extiende una milla de largo y se encuentra en una caleta, regada por dos arroyos que forman pequeños estuarios.
El hotel conecta a los huéspedes con la cultura vibrante y los paisajes legendarios de su entorno creando así una relación simbiótica con la gente del pequeño pueblo y ayudando a su desarrollo. Lo hace ofreciendo a sus huéspedes actividades tales como: sesiones de arte, clases de cocina, paseos a caballo y tirolesa. Definitivamente es una opción de gran valor para aquellos que desean abrazar plenamente las aventuras ecológicas y la cultura de Costa Rica.